Todos somos consumidores, también  los que nos dedicamos a la hostelería.

Que nos atiendan de forma correcta y agradable, nos gusta a todos. Pero tengo la impresión, que somos un cliente menos exigente cuando vamos al taller, servicio público, al banco o a la farmacia, que cuando vamos al bar o restaurante a desayunar, tomar una cerveza o a cenar. ¿Es así, o son cosas mías?

¿Conoces a alguien que vaya a comprar a unos grandes almacenes, centro comercial o comercio, por lo amables que son? (que sin duda influye); pero si escucho con frecuencia…”vamos a tomar algo a … que son de lo más amables”.

¿Por qué no somos igual de exigentes en otros sectores?

Os hago referencia a un post (editorial de gestionrestaurantes “la ruina de un restaurante”) que también nos hace pensar si la atención al cliente es aplicable a cualquier otra actividad o solo repercute en la cuenta de resultados de los negocios de hostelería.

Con relación a este tema, ayer estuve en una reunión previa a la presentación de un sistema de lo más interesante. En unos días se presentará una aplicación gratuita para dispositivos móviles, que soluciona gran parte de los problemas que nos encontramos con la atención al cliente. Este sistema motiva a los que trabajamos cara al público para atenderlos mejor y a las empresas les informa de las opiniones de sus clientes sobre la atención recibida, segmentado por horarios, fechas, edades, y más.

Considero una idea de muy práctica, para mejorar la atención al cliente y que nos atiendan mejor en todas partes. Seguro que en breve oirás hablar de ella.

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Ignacio Calvo

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