Lo que no vemos del hostelero. Piénsalo y opina
Salgo de casa en dirección a mi negocio, es inevitable repasar mentalmente, si se ha repuesto todo aquello que se agotó el día anterior. Siempre me quedan dudas si quedó atrás algún pedido. Nada más entrar, lo primero reviso las notas de pedidos para comprobar que todo está bien, ya se ha convertido en rutina diaria.
Compruebo que al cerrar anoche, todo quedó en orden. Neveras llenas, baños limpios, estanterías repuestas, etc.
Arqueo de caja, .compruebo que el cambio previsto está completo pongo el climatizador, levanto persianas y a esperar la llegada de clientes.
Transcurre la jornada del hostelero (lo detallamos próximamente) sin que el cliente perciba los problemas que se han podido presentar durante la jornada.
Se acerca la hora de cierre. Consulto las notas sobre los productos más consumidos y cuáles hay que pedir. Repaso la nota de cocina para ver necesidades del día siguiente. Compruebo que hay existencias de productos de limpieza. Verifico el cuadrante de los horarios de personal y me dispongo a hacer caja mientras en cocina recogen, hacen limpieza, dejan todo preparado para el día siguiente y repasan que no olvidaron nada que incorporar a los pedidos del día siguiente (siempre aparece algo a última hora).
Barra, salón y baños limpios y repuestos de jabón y papel. Neveras llenas y todo listo para abrir el día siguiente. “Hasta mañana” al personal, apago luces, pongo la alarma, cierro la persiana y por fin acabó el día…¡¡SEGURO?..
Espera…, tengo que componer el menú del día de mañana, comprobar escandallos para que salgan los márgenes. Prever que parte de la caja, destino a compras y que parte va al banco. Organizar la mañana del día siguiente: 1.-Abrir el local 2.- Banco. 3.- Compras 4.- Atender a proveedores. 5.- lo antes posible en el local.
Creen que tengo ganas de cenar? Tomaré una ducha, un vaso de leche y a esperar que mañana tenga los mismos problemas.
Sería mala señal, no tener que reponer mercaderías.
Ignacio Calvo
@todohosteleria
