La hostelería el viernes a mediodía

Viernes mediodía en la taberna de Ramón. IV

La hostelería el viernes a mediodía.

Conforme se va acercando las  dos de la tarde del viernes, la hostelería comparte con sus clientes la alegría del fin de semana. Las barras de los bares comienzan a llenarse de clientes, que entre risas comparten los planes a realizar y las anécdotas ocurridas durante la semana.

Esta alegría se contagia al personal de la taberna de Ramón, siempre camarerosde lo más correcta con la clientela, pero que en estas ocasiones suele permitirse algunos guiños de confianza con los clientes, siempre con el respeto que se merecen. La hostelería el viernes a mediodía es un foco de risas.

 

Ramón disfruta observando a sus clientes, mientras rien disfrutando de sus cervezas y vinos acompañados por sus especialidades, que los mediodías de los viernes se alargantapas mas de lo habitual.

Ramón conocedor de este fenómeno semanal, suele estar mas dicharachero y bromista con los clientes que el resto de la semana.

-Su copa de mosto, D. Rafael, que va a ser de aperitivo?

- Mira Ramón al entrar he visto a una pareja tomando carne con tomate, que me ha pegao un salto el estómago.

- Marchando una tapita del día

D. Rafael se contagiaba de la alegría del viernes a mediodía, aunque tanto el como sus contertulios, echaban de menos que Ramón no pudiera dedicarles la misma atención queimages el resto de la semana. Pero esa euforia contagiosa la disfrutaban con bromas una charla animada y el buen aperitivo de la taberna de Ramón.

Conforme avanzaba la tarde, la taberna recuperaba la tranquilidad y Ramón como casi todas la tardes de viernes, aprovechaba para compartir un rato con nosotros.

-         bueno, creo que me he ganado un vasito de buen tinto y un ratito de charla. Los clientes han dado buena cuenta de los calamares fritos, los filetitos de merluza, los pimientos rellenos y de casi todo lo demás.

-         Da gusto ver la alegria del personal cuando llega el fin de semana. Que sería de nosotros si no existiera la hostelería, tras una semana de duro trabajo.

-         Pues que tendría muy poco sentido el matarse a trabaja.

Todos asienten y se rien. Llega la hora del café y la copita de licor de guindas, para comenzar nuestra tertulia.

-         y ahora el fin de semana, clientes diferentes, familias y amigos de otros barrios. Hay que  preparar las cosas un poquito diferentes para que se cumplan sus deseos.

-         Vaya Ramón, que complicada es esto de la hostelería.

-         No D. Rafael. Esto es vocación. Ver salir un cliente satisfecho y verlo volver, no tiene precio.

Compartimos nuestro rato de charla con Ramón y nos despedimos hasta el lunes, aunque nos quedó en mente el sorprenderlo cualquier fin de semana, para ver como era ese reciclaje de este gran profesional de la hostelería.

¿Crees que la hostelería te alegra el final de la semana de trabajo?

¿Como imaginas terminar tu semana de trabajo sin la hostelería?

Esperamos tus comentarios.

 

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Las migas de Ramón

— Ea Ramón…, a ver donde están esas migas.

— Aquí las tiene D. Rafael. La compañía también las van a probar?Historias de la taberna de Ramón

Ramón les sirve unas copas de mosto y sus respectivas cazuelas de migas.

A ver si se han quedado mudos. No dicen palabras mientras degustan las migas entre sorbo y sorbo de mosto.

— Vamos a ve Ramón. A mi me  tienes que contar el secreto de este plato. Está para llevarme la cazuela a casa. ¿Cual es el secreto?

Migas serranas— Mire D. Rafael, no hay mas secreto que los mejores ingredientes y hartarse de marear las migas durante un par de horas.

Pan de pueblo del Castillo de las guardas  de Sevilla, panceta y chorizo de la sierra del sur de Extremadura, aceite de oliva virgen extra de Sierra Mágina  y una cabeza de ajo de las Pedroñeras  y unos buenos pimientos. Con estos ingredientes y un poquito de cariño, como no van a estar para chuparse los dedos. Y del  mosto, ¿no me dicen nada?

— Que te vamos a decir, no ves a la velocidad que las dejamos vacías. Anda llena otra ronda de este buen vino y repite con más migas. ¿Y este vino, de donde lo traes?

— Del aljarafe sevillano, de bodegas salado de Umbrete.

Esta combinación resucita a un muerto. El mercadohostelero ofrece gran variedad de productos de temporada a sus clientes para que disfruten de los mejores productos en cada época del año y los hosteleros estamos encantados de verlos disfrutar.

— Ya verán cuando empecemos con las sopas y guisos. Se van a tener que traer la tienda de campaña a esta su casa. La semana que viene les voy a preparar unas papas guisás con costillas ibéricas, que no tienen nada que envidiarle a estas migas.

Ramón, mientras rellena las copas a este grupo de amigos, está pendiente del resto de clientes – muy abundante – que disfrutan de sus migas y resto de especialidades de esta taberna de toda la vida. Su blanco delantal, su paño en la mano y tiza en la oreja, sigue recordándonos aquellos tiempos no tan lejanos, en que el cliente se encontraba como en su casa, a la hora de compartir los ratos de ocio con los amigos en su local de hostelería  favorito. Con un trato familiar y amable que nunca debería perderse.

¿Consideras como tu segunda casa algún establecimiento de hostelería?

¿Te has parado a pensar cuantas horas de tu vida pasaras junto a un hostelero?

Esperamos tus comentarios.

 

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