El teléfono móvil y el hostelero

El teléfono móvil y el hostelero (la taberna de Ramón IX)

Llegamos un poco más tarde de lo habitual a desayunar a la taberna de nuestro querido hostelero Ramón, y nos encontramos la barra bastante menos concurrida.

Nuestra sorpresa fue encontrarnos a nuestro amigo, un gran profesional de hostelería, enganchado a su teléfono móvil.

-         Ramón. No eres ya mayorcito para estar jugando con el teléfono en vez de atender a tus clientes.

Pédidos desde el teléfono móvil

Pédidos desde el teléfono móvil

-         Déjese de bromas D. Rafael, que aquí donde me ve, estoy trabajando. Ahora salgo y les cuento. Vayan desayunando que en dos minutos, disfruto de un café con ustedes.

Pedimos nuestros desayunos y al minuto teníamos a Ramón sentado con nosotros y aguantando algunas bromillas.

-         Que joven estás. No sabíamos que eras aficionado a los jüeguecitos. Veras que te enganchas.

-         No, si enganchado estoy. Y no vean lo que lo agradezco.

-         Y eso?

-         ¿No recuerdan que antes, cuando se retrasaban en venir a desayunar, no me encontraban aquí muchas mañanas?

-         Cierto. ¿Que te ibas a jugar a algún sitio?

-         Que bromista es usted D. Rafael

-         Les explico. Estoy apuntado en una plataforma de profesionales de hostelería, en la cual tenemos contacto directo los productores, distribuidores y hosteleros. Con lo cual desde mi teléfono móvil,  encuentro todo lo que pedido desde el móvilnecesito y hago directamente los pedidos al distribuidor de hostelería que más me convenga. Lo hago en los ratos libres y en un par de minutos. No tengo la presión que tenía antes, de que algo se me había olvidado. Por que si es así, cojo el teléfono y lo soluciono en un minuto. Y además me evito tener esperando al comercial a que pueda atenderlo. Que la verdad, no es agradable.

Aparte del tiempo que gano y la calidad de vida, me ahorro un dinero en mercaderías. Que más puedo pedir.

-         Pero si tu nunca has sido partidario de comprar por internet. ¿Cómo ese cambio?

Ramón

Ramón

-         De cambio nada. A mi no me gusta comprar por internet y así sigo. Yo pido por internet, pero como no se paga hasta recibir la mercancía, la compra la hago aquí.

-         Buena aclaración. O sea que realizas los pedidos y cuando llegan los pagas. Eso está muy bien.

-         Si, y como puedo pedir de todo, me supone un ahorro de tiempo, que la verdad en estos negocios nunca se encuentran.

-         Pues me alegro mucho que la hostelería, se esté adaptando al presente como los demás sectores. Esto es un gran beneficio para vosotros.

-         Y para ustedes, D. Rafael. Por que tambien ustedes ganan. Tiene una aplicación que le preguntan como le han atendido, sin dejar huella. Y a los camareros les sale un aviso de que hay algún cliente, que los va a calificar. Con lo cual al no saber quién es, mejoran mucho la atención al cliente.

-         Si señor. Buena cosa eso. Así he notado yo en algunos bares y restaurantes desde hace algún tiempo, más amabilidad aún.

-         Pues ya saben, bajense la aplicación Ecliop (el cliente opina) y califiquen donde vayan la atención recibida. Además reciben premios por sus respuestas.

Nos despedimos de Ramón y camino a la oficina, comentábamos como nos vamos adaptando todos a las nuevas tecnologías y siguiendo la sugerencia de Ramón, nos dimos de alta y vimos como se promocionaba por estos medios.

Da gusto ver como los que tenemos cierta edad, somos capaces de adaptarnos a los nuevos tiempos. La supervivencia obliga.

 

¿Sientes rechazo a incorporar a tu negocio o trabajo las nuevas tecnologías?

¿Crees que le estás dando ventaja a la competencia, si no las utilizas?

Espero tus comentarios.

 

Ignacio Calvo

trabajando para la hostelería

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La hostelería durante las fiestas, y después…

La hostelería durante las fiestas, y después… (La taberna de Ramón VI)

La taberna de Ramón es un constante ir y venir de clientes, alegría y hasta cánticos de algunos villancicos.

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Sus clientes habituales se dejan ver como siempre, pero en estas fechas son muchas caras nuevas las que se dejan ver. Muchos de ellos se convertirán a partir de ahora  en clientes más o menos habituales.

Si la atención al cliente suele ser de lo mejor, en estos días contagiados por la alegría de la Navidad, el personal se contagia, se vuelve más cercano si cabe y el ambiente es de lo más familiar. La hostelería se vuelve imprescindible en fechas como estas. ¿Te imaginas una Navidad sin hostelería?

brindisLas reuniones de barra y de salón se hacen interminables. Siempre alguien impide al que se quiere marchar, convenciéndole de “venga la última y nos vamos”; pero ¿cuál es la última?

Los profesionales del mercadohostelero desde distribuidores, hosteleros, camareros, cocineros, etc… no encuentran un segundo de respiro y siempre con una sonrisa. Los admiro.

Ramón en unos de esos momentos de respiro que le dan estos días, se acerca a compartir con nosotros y darnos un poco de conversación.

—D. Rafael y compañía ¿cómo llevan las fiestas?

—Pues ya ves, Ramón. Disfrutándolas, no como tú que no tienes un momento de respiro.

—Bueno, hay que aprovechar, que nada más llega la cabalgata, parece que todo el mundo reyes magosse olvida de la hostelería, hasta que llega la primavera. Siempre enero y febrero unos cafés, alguna cerveza y poquitas tapas. Llegan los cobros de las tarjetas de crédito y pocas ganas de salir.

—Sí, pero los de todos los días no fallamos. Aunque la alegría que se ve ahora, tarda en recuperarse.

Me llama la atención como conforme transcurre el día, se van tachando especialidades de la pizarra. Ramón me aclara que es imposible preveer la demanda de  un plato u otro y que siempre existe el problema de los días fijos en las visitas de los comerciales de los distribuidores. Así que como el día que recibes algún pedido, le de a los clientes por pedir un plato en concreto, puedo estar varios días sin él.

—Te vuelvo a recordar Ramón que tienes la tienda abierta a cualquier hora en Internet, y desde tu móvil. Ponte las pilas de una vez y entra en la era digital. Vas a ahorrar costes y tendrás un poco de tiempo libre para ti.

Los clientes intentan que Ramón comparta con ellos un poco de charla y una cerveza, pero si atendiera a todos en sus peticiones, no se como acabaría el día.

Lo reclaman de cocina y vuelve a moverse con esa agilidad que tienen los profesionales de hostelería, para en un pequeño espacio, no estorbarse ni molestar.

Nosotros nos despedimos, no sin antes dejar un aguinaldo para el personal y casi a voces deseándoles a todo el mundo un  FELIZ AÑO 2017

¿Te imaginas unas fiestas navideñas sin hostelería?

¿Qué opinas?

 

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La hostelería el viernes a mediodía

Viernes mediodía en la taberna de Ramón. IV

La hostelería el viernes a mediodía.

Conforme se va acercando las  dos de la tarde del viernes, la hostelería comparte con sus clientes la alegría del fin de semana. Las barras de los bares comienzan a llenarse de clientes, que entre risas comparten los planes a realizar y las anécdotas ocurridas durante la semana.

Esta alegría se contagia al personal de la taberna de Ramón, siempre camarerosde lo más correcta con la clientela, pero que en estas ocasiones suele permitirse algunos guiños de confianza con los clientes, siempre con el respeto que se merecen. La hostelería el viernes a mediodía es un foco de risas.

 

Ramón disfruta observando a sus clientes, mientras rien disfrutando de sus cervezas y vinos acompañados por sus especialidades, que los mediodías de los viernes se alargantapas mas de lo habitual.

Ramón conocedor de este fenómeno semanal, suele estar mas dicharachero y bromista con los clientes que el resto de la semana.

-Su copa de mosto, D. Rafael, que va a ser de aperitivo?

- Mira Ramón al entrar he visto a una pareja tomando carne con tomate, que me ha pegao un salto el estómago.

- Marchando una tapita del día

D. Rafael se contagiaba de la alegría del viernes a mediodía, aunque tanto el como sus contertulios, echaban de menos que Ramón no pudiera dedicarles la misma atención queimages el resto de la semana. Pero esa euforia contagiosa la disfrutaban con bromas una charla animada y el buen aperitivo de la taberna de Ramón.

Conforme avanzaba la tarde, la taberna recuperaba la tranquilidad y Ramón como casi todas la tardes de viernes, aprovechaba para compartir un rato con nosotros.

-         bueno, creo que me he ganado un vasito de buen tinto y un ratito de charla. Los clientes han dado buena cuenta de los calamares fritos, los filetitos de merluza, los pimientos rellenos y de casi todo lo demás.

-         Da gusto ver la alegria del personal cuando llega el fin de semana. Que sería de nosotros si no existiera la hostelería, tras una semana de duro trabajo.

-         Pues que tendría muy poco sentido el matarse a trabaja.

Todos asienten y se rien. Llega la hora del café y la copita de licor de guindas, para comenzar nuestra tertulia.

-         y ahora el fin de semana, clientes diferentes, familias y amigos de otros barrios. Hay que  preparar las cosas un poquito diferentes para que se cumplan sus deseos.

-         Vaya Ramón, que complicada es esto de la hostelería.

-         No D. Rafael. Esto es vocación. Ver salir un cliente satisfecho y verlo volver, no tiene precio.

Compartimos nuestro rato de charla con Ramón y nos despedimos hasta el lunes, aunque nos quedó en mente el sorprenderlo cualquier fin de semana, para ver como era ese reciclaje de este gran profesional de la hostelería.

¿Crees que la hostelería te alegra el final de la semana de trabajo?

¿Como imaginas terminar tu semana de trabajo sin la hostelería?

Esperamos tus comentarios.

 

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